- Reducción de la posibilidad de detener el vehículo a tiempo, para evitar un accidente e incluso pérdida de control del vehículo.
- No hay peligro al conducir a altas velocidades.
- Desgaste acelerado del motor del vehículo.
- Grave daño a las cubiertas delanteras del vehículo y al sistema de dirección.