1. Cuando hay desgaste rápido del embrague y de la caja de cambios.
  2. El motor del vehículo está desgastado y no tiene capacidad de estabilizar el vehículo.
  3. Uso exagerado del cambio de marchas.
  4. Las fuerzas de frenado o la inercia sobrepasan la fuerza de agarre de la cubierta en el camino.